miércoles, 7 de enero de 2009

LA CULTURA EMPRESARIAL

La cultura empresarial está compuesta de supuestos y creencias que rigen la conducta de las personas. Por ejemplo, si un gerente fracasa en el lanzamiento de un producto, pero con respeto se le pide que aprenda de la experiencia, se promueve el supuesto: "Aquí se valora el esfuerzo y toleran el error al intentar". Si a una persona la despiden por expresar su desacuerdo con su jefe, se promueve el supuesto: "Si dices lo que piensas, te despedirán". Así, las conductas de los jefes y gerentes van creando los supuestos que componen la cultura de una organización.

Toda empresa tiene supuestos o creencias funcionales que la ayudan a competir y supuestos disfuncionales que perjudican la competitividad. De los ejemplos anteriores, un supuesto disfuncional es: "Mejor no digas lo que piensas o te despedirán". Este supuesto hace lenta la comunicación, evita que el jefe obtenga información valiosa para tomar decisiones y perjudica la competitividad. En cambio, el supuesto funcional: "Aquí se valora el esfuerzo y se tolera el error al intentar" ayuda a crear un clima que favorece la innovación y el empoderamiento, haciendo la empresa más competitiva.

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